Un anónimo salva a una madre de cuatro hijos del desahucio
En ocasiones, entre tantas historias tristes que dejan al ser humano en pésimo lugar, encontramos rayos de luz como el de ésta historia, en la que un ciudadano de manera totalmente anónima ayuda a sus semejantes sin desear ni siquiera el reconocimiento a cambio.
Ha ocurrido en Palma de Mallorca, donde una madre desesperada puso en conocimiento de los medios que querían desahuciarla a pesar de haber pagado, de tener cuatro hijos y de ser analfabeta.
Tras ello, un desconocido a través de su despacho de abogados, pagó la deuda que Josefa Manzano, la afectada, tenía con su entidad bancaria debido a un “retraso inexistente”.
Esto es lo que mantienen tanto ella como Carlos Hernández, portavoz de la Asociación de Consumidores de Baleares (Acuib), que afirma que no es cierto que hubiera una deuda de 39 días, sino que la afectada pagó en su debido momento pero que la caja, en lugar de destinar directamente el dinero al pago de la hipoteca, lo utilizó para sanear su cuenta bancaria.
Manzano asegura que, de los algo más de mil euros mensuales que cobra, dedica 600 al pago de su hipoteca puntualmente y el resto lo dedica a alimentar a sus hijos de 13, 11, 6 y 1 años.
Pero al ser utilizados para otra menester, la entidad ejecutó la hipoteca por un retraso en el pago de 39 días de una letra de 1.290 euros y ahora reclamaba además 2.500 euros, más 670 de intereses de demora al 20,5, ya que consideraba las cuotas impagadas y sumó los intereses por el tiempo transcurrido.
Si no hubiera podido pagar, su casa hubiera sido subastada el 19 de marzo, dejándoles a ella y a sus hijos en la calle.
Hernández se mostraba indignado con el comportamiento de la caja ya que, según sus palabras, se puede decidir por Ley qué cosas «se pueden dejar de pagar» y que, además, los bancos están obligados a dedicarlo a lo que se considere «más perjudicial», como ocurre en este caso respecto a la hipoteca.
Por si esto fuera poco, Hernández también denuncia que, “aprovechándose de la ignorancia” de Josefa Manzano, le hayan repercutido un diferencial de 1,75 puntos sobre el euríbor, cuando los diferenciales en la fecha de contratación de la hipoteca se encontraban sobre el 1%.
Afortunadamente, algún buen samaritano compadeciéndose de su situación, ha pagado su deuda y Josefa puede seguir viviendo en paz junto a sus hijos con un techo bajo el que cobijarse.
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