Y ahora… ¿qué hacemos con las empresas públicas de construcción? (AMPLIACIÓN)
Nuestro compañero REP amplía la noticia de hoy…..
En mi opinión, las empresa públicas tienen resuelta la papeleta. Para analizar la cuestión, deberíamos distinguir, en primer lugar, a que tipo de sociedades puede afectar la “crisis” del sector.
Por un lado, tenemos las empresas de capital íntegramente público, cuyo capita social vino suscrito íntegramente por la Administración que la constituye. Estas empresas, posiblemente, no tengan muchos problemas para capear la situación. Pensemos que su objeto social no es la construcción de viviendas libres, nicho de mercado que sufrirá las consecuencias de esta coyuntura, así que no veo ningún inconveniente para que puedan seguir desarrollando su actividad de promoción de vivienda protegida para la que, y como dije en alguna ocasión, siempre habrá demanda.
En segundo lugar, tenemos las empresas mixtas que tanto han dado que hablar en la Comunidad Valenciana. Se trata de empresas cuyo capital social viene suscrito por una Administración y una empresa privada del sector. No entraré a valorar lo que para mi ha supuesto, en muchos casos, un fraude de Ley que, en mi opinión, afectaba gravemente a la libertad de empresa. Sí diré, sin embargo, que en lo que respecta a la posición de la Administración, también tiene asegurada una salida airosa de esta “crisis”, y a continuación explicaré las razones que me hacen pensar que esto ocurrirá así.
Las empresas mixtas que se han venido creando gozan de la aplicación de las normas de Derecho Mercantil que resultan de aplicación para cualquier tipo de empresa que se cree. Es importante esta apreciación puesto que en estas circunstancias, de nada sirven las prerrogativas de las que disfruta la Administración cuando actúa en régimen de Derecho público.
Por todos es conocida la precaria situación económica de las Administraciones públicas. Esto situación les afecta, aun más si cabe, si dentro de una sociedad mixta tienen como socio a un “depredador”, y me explico. Las sociedades mixtas se financian, principalmente, a través de los recursos económicos que los socios van aportando mediante ampliaciones del capital social. Un socio podrá acudir o no a la ampliación, y mantener su cuota de participación en la sociedad. Pero cabe preguntarse qué ocurre si el socio público, Administración, no dispone de suficientes recursos para suscribir la ampliación de capital. Ocurre simplemente que su participación disminuye en beneficio del socio privado, que sí dispone de suficientes recursos para afrontar la ampliación. Con ello, y vengo a realizar uno de más de mis pronósticos, creo que en los próximos meses asistiremos a sucesivas ampliaciones de capital que difuminarán la presencia de las Administraciones: el socio privado, se irá comiendo al socio que con cada ampliación verá disminuida su participación. La consecuencia de todo esto, y siendo coloquial, el marrón se lo queda la socio privado pues a la Administración le basta con optar por no aportar capital para disminuir sus obligaciones económicas frente a la sociedad.
Por último, y un tema que ha salido a la palestra, y que bien merece reflexionar, es el de la financiación de las Entidades Locales en estos nuevos tiempos.
Un saludo, REP
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