Sevilla aplaza la obligatoriedad de construir en solares
En parte debido a la debacle que vive el sector de la construcción en Sevilla, la Gerencia de Urbanismo de esa ciudad ha tenido que dejar sin efecto la normativa que obligaba a los propietarios de solares a edificar en el plazo de un año. Con esa medida lo que se pretendía es frenar la especulación, pero la situación actual de no construcción en muchos solares se debe a la debilidad del sector de la construcción.
La orden proviene de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla que ha ampliado en un año la moratoria de obligatoriedad de construcción en solares. Esa obligatoriedad proviene del Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas.
De ese modo el Ayuntamiento de Sevilla lo que está intentado prevenir es que se especule con el suelo de manera que un solar puede estar por lustros sin edificar pisos si los propietarios del mismo aguantan sin vender en previsión de que el precio del suelo siga subiendo.
Lo que se ha producido es la modificación de los plazos en los cuales el propietario del suelo está obligado a erigir una edificación. Ese cambio en la normativa ha sido aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla con los votos favorables del Partido Socialista y el Partido Popular.
Con la normativa anterior si en plazo de un año de la adquisición del suelo no se ha pedido permiso de obras, el propietario se verá obligado a edificar o en su caso a vender el suelo. La normativa ha significado en que los últimos dos años el consistorio hispalense ha realizado 18 concursos públicos de venta forzosa de terrenos edificables para la construcción de viviendas.
El problema se acrecienta por el hecho que desde el estallido de la burbuja inmobiliaria del año 2007 la actividad del sector de la construcción de obra nueva sevillano está prácticamente paralizada por lo que actualmente en la ciudad que baña el Guadalquivir la falta de edificación en solares para ese uso viene determinado por la situación del mercado y no por la especulación.
Fuente: Europa Press | Imagen: Sander Hoogendoorn
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