PRIASA o cómo sobrevivir a la crisis del ladrillo
PRIASA es un ejemplo de empresa de la construcción que ha sabido reinventarse y así capear la crisis, creando un nuevo modelo de negocio dentro del sector: no solo están orientados a la construcción de naves y edificios industriales sino que también dan servicio de mantenimiento a largo plazo. Ese nuevo modelo de negocio y la internacionalización les ha permitido facturar anualmente 10 millones de euros y emplear a 50 personas
La crisis económica, unida al estallido de la burbuja en la construcción, hizo que cientos de empresas del sector tuviesen que echar el cierre; las que sobrevivieron tuvieron que reinventarse cuándo el sector de la construcción residencial, pujante durante más de una década, era herido de muerte.
Una de estas empresas, el Grupo PRIA, tuvo la suerte de poder orientar su actividad a la obra en instalaciones industriales. Con sede en la localidad vallisoletana de Tordesillas, decidió capear el temporal orientándose en la construcción de naves industriales y agroalimentarias.
Pero el negocio no está solo en la construcción, sino en los contratos para el posterior mantenimiento lo cual le permite planificar su negocio en el largo plazo. Desde fuentes de la compañía se afirma que el Grupo PRIA ha salido definitivamente de la crisis.
El modelo de negocio, novedoso, del mantenimiento a largo plazo de naves industriales era algo que no estaba muy extendido en España, inclusive dentro del sector se hacía de menos a ese tipo de trabajos. Son ya muchas las grandes empresas industriales – Galletas Siro, Azucarera Acor, Michelin o IVECO – los que han firmado contratos con PRIASA.
Recuperados ya de la crisis. PRIASA factura 10 millones de euros, emplea a 50 personas y desarrolla su negocio en España y en Marruecos. Empresa familiar, el padre de la gerente, Lucrecia Prieto, fundó la empresa en el año 1977. Esta directiva valora que los grandes ganadores de la crisis han sido las empresas familiares, ya que se lucha mejor y con más intensidad por algo en lo que estás completamente implicado.
Cuando los tres hijos del fundador de la empresa – Lucrecia, Nicolás y Beatriz – entraron a trabajar en el negocio familiar, tomaron la determinación de que la empresa tenía que crecer y que también debía de buscar su negocio fuera de las fronteras españolas, abriendo una filial en Marruecos.
Fuente: Diario El País | Imagen: Irekia
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