Las obras de infraestructuras anunciadas por Trump tientan a las constructoras españolas
Las grandes constructoras españolas prevén hacer negocio con las enormes inversiones en obra pública que ha prometido al Administración Trump para los próximos diez años. Los inversores tienen certidumbre sobre ese negocio fabuloso ya que las principales constructoras españolas se han revalorizado en bolsa
Las monumentales infraestructuras que ha prometido el nuevo Presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, tientan a las grandes constructoras españolas. Se trata de un plan a diez años vista y que será muy jugoso después de las décadas en las cuales la primera potencia mundial casi no ha invertido en la gran obra pública.
Lo que ya nadie duda es que la participación del sector privado será inevitable en dichas obras públicas, sobre todo en lo que tiene que ver con la construcción de nuevas autopistas y autovías y también con infraestructuras ferroviarias.
Las grandes constructoras españolas esperan poder competir por ese enorme y jugoso pastel de las nuevas licitaciones públicas, y cifran sus esperanzas en que Trump, aunque parece decidido a penalizar a las empresas norteamericanas que deslocalicen su producción en terceros países, parece que no podrá ninguna traba a la inversión extranjera.
Aunque durante la campaña electoral Trump valoró en un billón de dólares la inversión necesaria en infraestructuras ahora lo ha rebajado a 550.000 millones de dólares, justo la mitad.
Con esa gran inversión en obra pública lo que pretende la administración Trump es mejorar la competitividad de Estados Unidos y además lograr generar el suficiente empleo como para catapultar el crecimiento económico. En cierto modo Trump pretende poner en pie un nuevo New Deal, como hizo en los años 30 del pasado siglo el Presidente Roosevelt para paliar los efectos del crack de 1929.
Los mercados ha acogido el anuncio con una subida en bolsa de todas las grandes constructoras españolas de manera que los inversores parece que tienen certidumbre que etas lograrán en Estados Unidos jugosos contratos de la Administración Trump.
Algo similar ha pasado con las grandes constructoras norteamericanas que en buena lógica, y teniendo en cuenta el eslogan electoral de Trump “Make America Great Again”, debieran de ser las más beneficiadas. Nos referimos a las grandes del sector como Granite, Kiewit, Fluor, Aecom o Bechtel.
Fuente: Cinco Días | Imagen: Sam Howzlt
Related Posts
« PSOE y Podemos se enfrentan por el urbanismo de Madrid Semáforos rojos en el sector inmobiliario español »