La presión temporal por las obras de Barcelona
Hoy se publicaba en El País un reportaje acerca de las obras que se llevan a cabo en Barcelona y que se retrasan considerablemente. Después de realizar un seguimiento de las diversas actuaciones urbanísticas que se están llevando a cabo, destaca un dato a tener en cuenta: las obras conllevan una paralización de calles o levantamiento de éstas que afectan a innumerables vecinos barceloneses y que, en ocasiones, representan una pesadilla cotidiana, esperando a que se acaben y puedan por fin, ver una mejora o utilidad en su barrio o edificio.
Se ponen numerosos ejemplos de actuaciones urbanísticas sin acabar y cuyas obras estaban previstas por finalizar mucho antes de lo que se estipula ahora. Cómo no citar el caso del AVE que debía llegar a Barcelona en 2004 y se ha retrasado más de 4 años, y el AVE que tiene que pasar por Francia y que estaba previsto para 2007, y para el que hace unos meses, se anunció que no llegaría hasta el año 2012.
Parecido ha pasado con las líneas de metro y ferrocarril, como por ejemplo la línea 2 en Badalona que llegará en el 2010 (si es que no se retrasa más todavía) y que comenzó en el 2005. O bien las obras del ferrocarril en la Plaza Molina junto con la calle Balmes y que han desordenado considerablemente el tráfico barcelonés en una vía tan transitada. Otro ejemplo lo destaca la polémica plaza Lesseps cuyas obras de remodelación empezaron en el 2002 y se calcula acabar en el 2014.
La ampliación del aeropuerto, la remodelación del entorno de la estación de Sants, la plaza de toros de las Arenas, la línea 9 del metro, el reciente comienzo del mercado de Sant Antoni en el centro de la ciudad, son ejemplos de los numerosos proyectos urbanísticos que dibujan la ciudad actualmente y que afectan a innumerables vecinos por constituir actuaciones de peso y por su complejidad.
Sin embargo hay algo en común al retraso de estas obras según el director de Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona, el subsuelo. En efecto, Manuel Valdés explicaba hoy que “el subsuelo está lleno de sorpresas. Se hace una previsión, se trabaja con lo que dicen los planos (…) y luego se abre el terreno y aparece lo que aparece…”.
Con ello Valdés se refiere a la complejidad del subsuelo barcelonés por el que pasan conductos de agua, que a veces no se señalan en los planos y que se encuentran “por sorpresa” cuando se realizan las obras y entonces hay que modificar el plan o parar las obras, y se ralentiza todo. En su defensa, aclara que es necesario tomarse el tiempo necesario para la “microcirugía” de un proyecto urbanístico que va a favor del interés de los ciudadanos y de su seguridad.
Se trata pues, de lidiar con el tiempo. El urbanismo se encuentra en un marco rígido, tanto a nivel normativo como a nivel organizativo y administrativo. Por ello, cuando surge algún “efecto sorpresa” que retrasa las obras se llama a la paciencia desde el Consistorio. Sin embargo, los vecinos que son lo que sufren las obras durante años, a veces décadas, son las primeras víctimas de estos retrasos.
Related Posts
One Response to La presión temporal por las obras de Barcelona
Deja una respuesta
« Primeras quejas del PP al nuevo Plan Estatal de Vivienda I PREMIO NACIONAL DE URBANISMO RICARDO SANTOS DIEZ »
Tengo unos amigos que viven en la calle Mallorca con Meridiana y en verano cortaron la calle Mallorca durante 1 año o año y medio para las obras del AVE o linia 9 del metro.
Ellos tienen suerte ya que el piso les da a la calle de atrás, pero y los vecinos que tienen balcones y ventanas a la misma calle?
Entiendo que hay ciertas obras que se tienen que hacer para el «bien» de todos.
Quizás abría que compensar de alguna manera a estos vecinos, y no hablo de dinero, por el «bien» de estas familias que día a día sufren ruido, plovo e incomodidades.
Marcel