La biomasa como fuente de energía
Desde el punto de vista de la energía la biomasa es utilizada de un modo directo, sin ningún tipo de proceso que mejore su capacidad energética. La biomasa se puede utilizar tal como se encuentra distribuida en la naturaleza, sería el caso de la leña, o bien mediante la transformación, como sería en caso de los biocombustibles. El uso va desde la obtención de combustibles renovables a la generación de energía, cada vez más, en arquitectura y construcción.
Los principales combustibles que son elaborados a partir de biomasa son el biodiesel, bioalcohol, biogás y el bloque sólido combustible. En el caso de los biocombustibles es un proceso parecido al refino de los combustibles sólidos lo que le da carta de naturaleza como combustible. En este caso cuando hablamos de biomasa nos referimos únicamente a la materia prima a partir de la cual se fabrica el biocombustible.
La biomasa se está convirtiendo en un sustituto rentable de los combustibles fósiles, además hay que tener en cuenta un hecho muy importante: la biomasa es fácilmente sostenible (en el caso de los biocombustibles el número de cosechas anuales que se obtenga de los mismos), mientras que los combustibles fósiles son energía no renovables.
En estos momentos la biomasa se está convirtiendo en un elemento auxiliar a la hora de lograr una fuente de energía que hoy por hoy, si no se incurre en sobreexplotación de los ecosistemas que producen biomasa susceptible de ser transformada en combustible, sirve de complemento a los combustibles fósiles. Ya es posible extraer la suficiente energía de la biomasa para poder dotar a grandes proyectos de una fuente de energía barata y limpia.
Desde hace bastantes años el uso de biocombustibles como sustituto de los combustibles fósiles, esta aumentado de una manera extraordinaria. Este uso intensivo se está dando en sectores como el transporte o la construcción. Sin embargo, todo hace presagiar que por la irresponsabilidad de unos pocos, los biocombustibles seguirán el mismo camino que han seguido los combustibles fósiles, esto es, la sobreexplotación que puede acabar provocando la extinción de ciertos ecosistemas por el apetito voraz de biomasa necesaria para la elaboración de biocombustibles.
Fuente: Wikipedia | Imagen: Tony the Misfit
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