Inmobiliarias obra nueva
El dinero abundante y barato fue el principal culpable de que España acabase teniendo un sector inmobiliario gigantesco y que directamente hizo subir los precios de los productos inmobiliarios y de toda la obra nueva. En el verano del 2008, la inmobiliaria Martinsa Fadesa sorprendió al sector y a los gurús económicos al declararse en concurso de acreedores.
Finalmente la inmobiliaria suspendió la cotización, pero que otras inmobiliarias sigan cotizando en bolsa no significa automáticamente que las mismas sigan siendo rentables. Con las auditorias que la Comisión Nacional del Mercado de Valores realizó durante el 2012 muestran que muchas de ellas no lo son a pesar de todas las promociones inmobiliarias que poseen.
Concretamente la inmobiliaria REALIA está negociando una refinanciación de su deuda con un crédito de 847 millones de euros que deberá tener en su poder antes del 31 de mayo de manera que pueda seguir haciendo frente a los pagos. Será la firma auditora Deloitte la que desarrolle la auditoria de la inmobiliaria aunque en principio la auditoría la iba a realizar Ernst & Young.
Otra de las grandes, Metrovacesa, está en un proceso que culminará sacándola de la cotización en bolsa. Por su parte Reyal Urbis está en concurso voluntario de acreedores debido a que no ha podido refinanciar su deuda con las entidades financieras que son sus acreedoras. Todas las inmobiliarias que hemos citado tienen incertidumbres significativas de que en el futuro próximo puedan ser rentables a pesar de toda la vivienda de la que son propietarias.
Hablar de que una inmobiliaria no es viable es que se duda de su existencia en el mercado. El problema de la desaparición de estas inmobiliarias sería el inmenso agujero financiero que dejarían con unos bancos y cajas de ahorro acreedores que invirtieron una gran cantidad de sus activos en esas inmobiliarias.
Fuente: Cinco Días | Imagen: Jorge Franganillo
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