Hipotecas cruzadas, un fraude legal que ha hundido a muchos inmigrantes
La época del pelotazo inmobiliario ha dejado tras de si un reguero de prácticas que podrían ser calificadas, sino de ilegales, como prácticamente inmorales.
Una de las más extendidas y deplorables es la de las hipotecas cruzadas, que ha afectado fundamentalmente al colectivo inmigrante y que ha provocado que ahora, algunos de ellos se enfrenten a deudas astronómicas de hasta un millón de euros.
En aquellos “buenos” tiempos, empezaron a ser numerosos, al amparo de bancos, cajas y promotoras, los avales cruzados, mediante los que uno no sólo pagaba su propia hipoteca sino que además se llegaba a garantizar la de familiares, conocidos e incluso desconocidos.
Por supuesto en un período en que las facilidades de financiación eran tan extensas para todos, en raras ocasiones se supervisó la solvencia de aquellos a los que se avalaba y en eso radica lo caótico de la situación que ahora se vive.
Así, ciudadanos que siguen a día de hoy asumiendo su hipoteca, se ven con el agua al cuello por no poder pagar lo que correspondía a personas que, en ocasiones, sólo vieron en cuerpo presente el día de la firma de la escritura.
El procedimiento era casi siempre el mismo: la propia inmobiliaria ponía en contacto a los clientes y las transacciones se hacían de forma veloz, para poder evadir los controles de la Cirbe y así no ser detectados por el Banco de España.
La Cirbe es una base de datos donde figura el endeudamiento de cada persona y que debido a que el proceso de inclusión de datos tarda aproximadamente dos meses en procesarse, era burlado mediante rápidas maniobras por las inmobiliarias y las entidades financieras para realizar las operaciones.
Así un cliente con una nómina promedio podía avalar a dos clientes más, por ejemplo.
La Unión Ciudadanía y Consumo Universal (Ucicu) -una asociación dedicada a las deudas hipotecarias- ha iniciado la defensa de 19.800 familias afectadas por este motivo.
Su presidente, Jhon Jairo Hernández, no se ha mordido la lengua criticando que «aquí se ha hablado de burbuja inmobiliaria, pero lo que ha habido es un fraude inmobiliario, donde las personas realmente no sabían lo que estaban rubricando. Algunas adeudan más de un millón de euros. Firmaron avales, intereses abusivos y hasta siete seguros innecesarios. Es un festín que hicieron todas estas entidades para endeudar a toda la gente”.
La entidad se encuentra negociando con los bancos para que perdonen o aplacen las deudas o para que acepten los propios pisos en dación de pago.
Es alucinante que se realicen estas prácticas!
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