El “caso Polop” se produjo por hacerse con el control de la concejalía de urbanismo
El caso Polop está adquiriendo todos los elementos para convertirse en un thriller, aunque desgraciadamente el mismo no se desarrolló en el metraje de una película o entre las hojas de un libro, sino en la realidad: Dos sicarios checos siendo instruidos, en un sórdido club de alterne, de cómo deberían cometer el asesinato del primer edil de Polop, la inducción del asesinato por parte del que en esos momentos era el concejal de urbanismo.
Las investigaciones judiciales están demostrando que en la inducción del asesinato del primer edil de Polop lo que había era una sorda pelea por el control del urbanismo de la localidad. Desde que se produjo el asesinato del alcalde un pesado manto de silencio se había instalado en el pueblo. El único que parecía ajeno a esta especie de omertá era el actual alcalde, ahora acusado del asesinato, Juan Cano.
El ahora detenido había instado a la Guardia Civil a que investigase y descubriese al culpable del crimen. Finalmente la Guardia Civil cree haberlo encontrado en la figura de Juan Cano. Se da también la circunstancia de que el ahora detenido debutó en la política local de mano del asesinado. Durante todos esos años el pueblo tuvo grandes cotas de crecimiento económico de mano de la construcción de índole residencial.
La mayor parte de esas edificaciones se realizaban ilegalmente, aunque la solución del ayuntamiento para luchar contra la construcción ilegal era la de hacer pagar a los infractores una multa simbólica, a partir de la cual la edificación se legalizaba. Eso ha provocado que se haya construido dentro del término municipal en zonas que tenían un gran valor medioambiental.
Fuente: La Rioja | Imagen: Sugar Plum Fairy
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