Cooperativas de vivienda: obra nueva a precios asequibles
Las cooperativas de vivienda son uno de los modos más económicos para la compra venta de promociones de vivienda. En este sistema el promotor desaparece de la ecuación. Los compradores, convertidos en socios cooperativistas, son los que promueven la vivienda, de modo que desaparece el beneficio empresarial que busca el promotor.
Una cooperativa de viviendas es una asociación de personas físicas o jurídicas que al tener unos intereses comunes se aprestan a realizar una actividad empresarial, en este caso la construcción de viviendas. Los beneficios empresariales, en caso de haberlos, se dividen entre los socios cooperativistas.
Las cooperativas, además de erigir los edificios y las viviendas también se pueden encargar de adquirir y parcelar el suelo necesario para ello. Además de realizar las obras necesarias para el fin que tenga la cooperativa pueden aportar incluso el trabajo directo de sus socios.
En caso de que sea la cooperativa misma la que realice las obras, estas serán adjudicadas conforme a la normativa que venga reflejada en sus propios estatutos o aquellos que sean acordados en la Asamblea General que haya sido convocada para ello. La promoción de obra nueva queda por tanto en manos de los cooperativistas.
Tras la edificación de las viviendas las cooperativas pueden pervivir para la conservación y la administración de las viviendas, zonas comunes y la prestación de servicios complementarios. También suele ser muy habitual que las cooperativas de viviendas encarguen a una entidad gestora externa la gestión de la misma. En caso de que por parte de esta entidad gestora se produzca algún tipo de perjuicio para la cooperativa, la entidad gestora será responsable de los daños.
Fuente: iabogado | Imagen: scarletgreen
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