Consiguen vender en Madrid veintidós casas en diez horas
Según la empresa de subastas Tulipp, el suyo podría haber sido el primer evento de pujas a la baja del mundo que comercie con inmuebles, pues no existe constancia que nunca antes se haya producido algo de similares características.
Esté inventado o no, lo que no se pone en duda es que el resultado de la última subasta de esta empresa, que se ha llevado a cabo a lo largo del pasado fin de semana, ha sido todo un éxito, porque con los tiempos que corren vender veintidós casas en diez horas es, a día de hoy, el sueño de cualquier promotor.
El concepto de subasta inversa, importado recientemente a la península desde el norte de Europa donde es muy popular, consiste en vender los objetos subastados al postor que puje por el importe más bajo no repetido, es decir, los precios en lugar de subir, bajan.
En el caso de la subasta inmobiliaria, celebrada durante los días 29 y 30 de marzo, las 216 viviendas que salieron a subasta contaban con un añadido: al rebasarse el precio mínimo de venta preestablecido para cada vivienda, ésta dejaría de poder ser adquirida.
Esto fue lo que por cierto, ocurrió con la mayor parte de casas subastadas, donde el subastador tuvo que repetir varias veces aquello de «este inmueble queda retirado de la subasta».
Al evento acudieron dieciocho promotores participantes en el Salón, donde para estar presente bastaba con pagar 3.000 euros y sacar, al menos, una vivienda a la puja.
Finalmente, se vendieron 22 inmuebles, el 10,1% del total presentado, de los que ocho fueron a parar a manos de un solo comprador, que no debe sentirse muy amedrentado por la crisis del sector.
Tanto él como el resto de compradores, se ahorraron casi un 27% en la subasta, pues el valor inicial de compra de todas las viviendas era de 5.699.200 pero con sus ofertas a la baja, se las acabaron adjudicando por 4.185.350.
De entre lo que se pudo vender, la vivienda que tenía el precio inicial de mercado más elevado, se acabó comprando por 396.000 euros y se encuentra sita en Manilva/Puerto de la Duquesa.
Por contra el más económico, un pequeño estudio de 22 metros cuadrados situado en Atocha, que gozaba de un precio de salida de 120.000 euros, terminó formando parte de la cartera de un comprador que ofreció 96.000 euros.
El presidente de Tulipp, Jorge Zanoletty Larrea, se ha mostrado satisfecho tras la primera subasta piloto y ha dado nueva fecha para su celebración en Madrid durante las jornadas del 24 y 25 de mayo.
También Málaga(junio), Londres(julio) y Barcelona(septiembre) serán sedes de la nueva iniciativa de la firma holandesa, así que si desea adquirir vivienda por debajo de lo establecido por el mercado, ya puede empezar a informarse acerca de los próximos eventos.
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