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Pérdida y envejecimiento de la población, desabastecimiento de bienes y servicios básicos, declive socioeconómico, abandono de los sectores primarios, dificultades de accesibilidad o falta de inversión y de perspectivas de futuro son algunos de los acuciantes problemas que padece la España vaciada. El éxodo del campo a la ciudad iniciado en la posguerra se ha agudizado en los últimos tiempos. De esta manera distintas estadísticas muestran cómo durante los últimos años se está produciendo una concentración de la población en las grandes capitales, consolidando esta emigración desde las zonas rurales a las áreas urbanas con mayor concentración de actividad económica: durante las dos últimas décadas, la población de los pueblos con menos de un millar de habitantes ha descendido un 8,9% (142.000 habitantes menos). Pasando de contener el 4% de la población en el año 2000 al 3,1% en 2018.

Indudablemente el reto de subvertir esta tendencia y aportar soluciones a toda esa constelación de municipios rurales que conforman la España Vaciada es complejo y requiere de grandes dosis de innovación, planificación, cooperación multinivel e interadministrativa y, sobre todo, voluntad política. Además, este desafío es compartido por otros Estados Miembro de la Unión Europea (UE), dado que la atracción hacia los centros neurálgicos de actividad del territorio es una tendencia global. Con esto mimbres nace el proyecto europeo Smart Rural Areas in the 21st Century (Smart Rural 21), que tiene como objetivo promover estrategias y soluciones inteligentes a los problemas que afronta la “Europa Vaciada”.

Sin duda, son múltiples y profundas las causas que nos han llevado a esta situación de abandono de las zonas rurales. Y, desde luego, un proyecto de esta magnitud no resolverá un problema estructural que tiene una dimensión planetaria. Por eso su vocación es más humilde y apegada al terreno: diseñar y dotar de  metodologías y herramientas a los pueblos a través de la implementación de la estrategias integrales y participativas y el intercambio de conocimientos transnacional ente pares, para promover proyectos pilotos de Smart Villages (pueblos inteligentes).

Para ello se adoptará un procedimiento de trabajo muy similar al método URBACT, con intercambio de aprendizajes, una red de puntos nacionales y expertos internacionales, y el diseño de planes de acción inteligentes que permitan promover soluciones eficaces y comunes a problemas compartidos entre los distintos municipios participantes.

Paisaje Transversal formamos parte del grupo de expertos de este proyecto europeo, provenientes de todos los Estados Miembros de UE y durante los próximos meses estaremos apoyando en el desarrollo del proyecto y asesorando a los municipios que deseen participar en él y en la convocatoria que se acaba de lanzar y que os presentamos a continuación.

El proyecto europeo Smart Rural tiene una duración dos años y medio. Está coordinado por el Grupo E40 y apoyado por la Comisión Europea (DG AGRI) con el objetivo general de promover e inspirar a los pueblos para que desarrollen y apliquen enfoques y estrategias inteligentes (Smart Villages) en toda Europa a través del intercambio de conocimiento entre pares y un enfoque integral y participativo en la planificación. Asimismo, la participación en el proyecto permitirá obtener conclusiones y apoyar las futuras intervenciones de la PAC en la red de Smart Villages (pueblos inteligentes) resultante.

Dentro de este proyecto podrán participar hasta un máximo de 17 pueblos provenientes de toda Europa, las cuales recibirán asesoramiento y apoyo técnico para el desarrollo de estrategias urbanas Smart Villages. De momento ya se han preseleccionado 5 pueblos proveniente Irlanda, Finlandia, Francia, la República Checa y Grecia. 

Los 12 pueblos restantes se seleccionarán a través de la convocatoria disponible en el siguiente enlace: 

El idioma vehicular del proyecto es el inglés, pero las candidaturas se pueden presentar también en castellano.

La fecha límite para presentar candidaturas se ha ampliado hasta el  finaliza el 11 de mayo.

En esta fase inicial las candidaturas se pueden presentar en castellano, pero en caso de ser seleccionadas para la siguiente fase deberán de presentarse o traducirse al inglés.

Antes de nada conviene aclarar que, según los estándares europeos, se considera pueblo aquellas aglomeraciones urbanas de menos de 50.000 habitantes. No obstante, en lo referente a esta convocatoria se buscan municipios de menor entidad poblacional y no necesariamente situados en zonas estrictamente rurales, entendida como zona rural la definición dada por entidades como la OCDE o EUROSTAT.

Por ejemplo, entre los municipios preseleccionados se encuentra Mouans-Sartouxun pueblo rural cerca de Niza (Francia) de 9500 habitantes. Pero junto a él también se han seleccionado municipios como Kythira en Grecia (3350 habitantes) que pertenece a la región urbana del Ática; o Mukařovun pueblo situado en el Distrito Este del entorno metropolitano de Praga (República Checa) y que cuenta con una población de 2000 habitantes.

La lista de los 5 pueblos preseleccionados la completan Raudanmaa en Finlandia (600 habitantes) y Dingle en Irlanda (2050 habitantes).

Además, un pueblo es un candidato ideal si: