Qué hacemos los arquitectos: Proyectar, no diseñar

Feb 23 •

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Escucho y leo desde hace muchos años un error muy extendido tanto entre los medios de comunicación como en la población en general, y que sin duda afecta de forma fundamental al trabajo y concepto que se tiene desde fuera del trabajo de los arquitectos. Se trata de la muy corriente confusión entre los términos “diseñar” y ”proyectar”.

Parece que vuelvo a las andadas como aquel post de hace ya un tiempo sobre “¿Qué hacemos los arquitectos?”, pero es evidente que algunos temas se retroalimentan a lo largo del tiempo y éste todavía estaba muy abierto.

Los arquitectos no diseñamos, los arquitectos PROYECTAMOS. La cuestión puede parecer simple y casi pedante por mi parte, lo siento, pero es que la diferencia entre ambos términos es bastante más compleja de lo que intuimos en principio, e incluso sus significados son consanguíneos al entendimiento de la profesión de arquitecto. Mientras que el término diseño tiene carácter meramente descriptivo; proyecto, además del anterior, tiene propósito cualitativo y cuantitativo, si les quedan dudas consulten la RAE y comparen (diseño / proyecto).

Entre otros muchos instrumentos que el arquitecto tiene, el PROYECTO DE ARQUITECTURA se basa en la conformación de una idea, de su desarrollo y de la concreción para su correcta ejecución. Es precisamente éste donde reside uno de los poderes o valores que tiene el arquitecto formado en España, que, colaborando o no con otros profesionales, es conocedor de cómo se construye lo que idea, controlando el proceso hasta su finalización. Cualquier otro camino es desvirtuar el sentido de nuestra profesión e incluso, en mi humilde opinión, desmejorar la calidad del objeto arquitectónico, ya sea una vivienda unifamiliar, un rascacielos o una silla.

Seguramente esta idea que ya tenía adoptada desde mi época de estudiante, se ha incrementado gracias a mi actual trabajo, 4 ó 5 horas a pié de obra, me han hecho ver la arquitectura aún más cercana a la realidad. En obra, si no sabes cómo se construye, no existe.

Los blogs o páginas webs de arquitecturas-diseño ya no me interesan como antes, o quizás tal como hacen ellos, sólo por su superficie; pero es ahora más que nunca cuando entiendo aquello de lo “pornográfico” de las revistas de arquitectura, aquellas que consumíamos de estudiantes con cierta ansiedad. Ahora las analizo desde el punto de vista de un descuartizador, intento deducir o adivinar lo que se esconde tras sus materiales: encuentros, esquinas, estructura, instalaciones, materiales impermeabilizantes, aislantes… y con mucho más espíritu crítico que antes, dudo de ellos, tanto de las virtuales, como de algunas arquitecturas de diseño, dudo de los renders de estructuras imposibles, de las incompatibilidades material-función, de las aristas vivas, de sus medidas… arquitecturas sobreexplotadas únicamente en el segmento del diseño, sufridoras de la tendencia de la moda, exageraciones difíciles de soportar siquiera el peso del papel necesario para dibujarlas en una sección constructiva a escala 1:10… sin tener puentes térmicos, como alguna vivienda que he encontrado… eso lo que se ve, y ¿lo que no se puede ver? Si no sabes cómo se construye, no existe.

Si no sabes cómo se construye, no existe.

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