¿Cómo revitalizar y regenerar el centro histórico de un municipio (burgalés)?

May 8 •

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Locales vacíos, fachadas de piedra donde la hiedra campa a sus anchas, carteles de “se vende” colgados desde hace años, antiguos talleres de oficios, con sus escaparates y cartelería originales, cerrados desde hace décadas… Así son algunas de las calles del centro histórico del municipio burgalés de Medina de Pomar que, como tantos otros, tras años abandonado a su suerte, va perdiendo con cada edificio en ruina parte de su patrimonio, su identidad y su memoria.

Sería injusto no nombrar, eso sí, los cuadros al aire libre, la decoración de los escaparates en cada celebración, los mercadillos, los eventos culturales o la reciente aparición de modestas tiendas y espacios socioculturales que hablan de un esfuerzo por recuperar la actividad, de un tejido asociativo activo y de políticas públicas que tratan de atajar el problema antes de que sea irreversible.

¿Cómo impulsar la revitalización de estos tejidos históricos, conservando su potencia patrimonial e incluyendo en el proceso a los distintos agentes vinculados? ¿Qué vía puede abrirse desde un urbanismo estratégico para revitalizar el Centro Histórico de un pequeño o mediano municipio entendiendo su idiosincrasia, pero incorporando, a su vez, las distintas dinámicas territoriales y globales que lo condicionan?

La regeneración y revitalización de los centros urbanos  de las ciudades pequeñas e intermedias es uno de los grandes retos urbanos actuales a nivel europeo, tal y como queda patente en diferentes redes y proyectos URBACT como es el caso de CityCentreDoctor o Re-growCity. Una preocupación que quedó reflejada con la reciente organización de Vitality of Smaller Cities in Europe, la conferencia URBACT sobre vitalidad en las pequeñas ciudades europeas que tuvo lugar el pasado 25 de octubre de 2018 en Barcelona.

La degradación de los centros de los pequeños y medianos municipios es  especialmente acuciante en los municipios de la España vacía -o vaciada para ser más exactos- , por lo que se trata de un tema en el que Paisaje Transversal llevamos trabajando desde hace algún tiempo. Así partiendo de la metodología general para el impulso de la regeneración urbana integral y participativa de barrios, hemos ido adaptando y particulaizando nuestro sistema de trabajo a las particularidades de los cascos históricos. Así hemos podido desarrollar distintos proyectos en los últimos años de manera exitosa, como es el caso del Plan Integral de Acciones de Mejora (PIAM) del Nucli Antic de Olot o la revitalización del Centro Histórico del municipio de Pinto en Madrid.

Gracias a los buenos resultados y relevancia cosechado con estos procesos previos, a principios de año fuimos contratados para desarrollar otro proyecto de similares características en  Medina de Pomar. Se trataba la elaboración de un plan de carácter estratégico, integral y participativo dirigido al impulso  y mejora del Centro Histórico de este municipio burgalés.


Un acercamiento al problema



Desde que en 1983 se aprobara el Real Decreto sobre protección a la rehabilitación del patrimonio residencial y urbano, la intervención en centros históricos prioriza la protección del patrimonio edificado –aunque no siempre de su población-. Sin embargo, los instrumentos existentes para ello raramente cuentan con herramientas operativas para realizar una aproximación integral a los problemas sociales, culturales y económicos.

Paralelamente, el desarrollo urbanístico expansivo de las últimas décadas del siglo XX y primera del XXI generó una gran oferta de vivienda en las periferias urbanas mejor equipada que la de los cascos históricos. Viviendas más cómodas y modernas, mejor dotadas y más preparadas para un modelo de vida basado en el coche, con nuevos hábitos de consumo, de movilidad y modos de relación. Mientras tanto, los cascos históricos -con sus comunes déficits de espacio público, zonas verdes o equipamiento, la dificultad de rehabilitar viviendas o las restricciones de aparcamiento o los desplazamientos en coche- no contaron con políticas urbanas que mejoraran sus características y quedaron abocados a la terciarización,  a la concentración de población en riesgo de exclusión, al vaciamiento de población y, más recientemente, a fenómenos como la turistificación y gentrificación

El caso del casco histórico de Medina de Pomar, con apenas 400 habitantes en las 510 viviendas que se conservan en pie, y menos de 30 negocios en su calle Mayor, es un ejemplo actual de centro urbano abandonado. Pasó de ser centro neurálgico de actividad socioeconómica diversa a establecerse como zona de ocio nocturno, que terminó decayendo hasta convertirse, hoy en día, en un tejido vacío de actividad.


Las problemáticas del Centro Histórico se ven además agravadas – o cogeneradas- por las dinámicas que a escala territorial afectan al ámbito rural peninsular de esa llamada “España vaciada”, y que pocos municipios pequeños y medianos pueden eludir.

En Paisaje Transversal creemos que la puesta en marcha de procesos de planificación integral que garanticen la implicación tanto de la población residente como de comerciantes y empresarios locales y otras entidades vinculadas, es imprescindible para conseguir su revitalización, por lo que hemos abordado el reto de la reactivación del Centro Histórico de Medina de Pomar a partir de un Plan Estratégico.


¿Por qué lo llamamos centro? Vivir, ir y visitar el Centro Histórico


Aunque estas tramas urbanas son habitualmente conocidas como casco histórico, hablamos de Centro Histórico para hacer hincapié en la cualidad neurálgica y nodal que las distingue del resto de la ciudad y de otros espacios históricos. No se trata simplemente de un conjunto histórico con valor arqueológico; su condición patrimonial está (o debe estar) viva, así como su actividad residencial, económica, social o cultural. En el caso de Medina de Pomar, la fuerte presencia del entorno natural y agrícola hace que también a una zona de huertas extramuros, con gran potencial paisajístico y ambiental conocida como “Las Cuadrillas” ”; haya sido incorporada como ámbito de centralidad.

Ninguna solución aislada será capaz de convertir estos espacios en Centros: hablar de turismo sin hablar de vivienda, de vivienda sin comercios de proximidad o de comercios sin tener en cuenta las dificultades de emprender en entornos rurales, será contraproducente -como hemos podido comprobar en modelos fracasados por tratar de recuperar, a toda costa, la actividad desde una única lógica-.

El Plan Estratégico de Impulso al Centro Histórico (PEICH)  de Medina de Pomar, elaborado desde una perspectiva transversal y tras un proceso de reflexión colectivo, plantea tres objetivos paralelos e interconectados:

  1. Vivir el Centro Histórico y que sus casas vacías puedan alojar nuevos residentes, mejorando para ello las condiciones de las viviendas y el acceso a ellas, fomentando una oferta de servicios de proximidad, acondicionando la red de espacios cotidianos y favoreciendo unas condiciones adecuadas de accesibilidad.
  2. Ir al Centro Histórico y convertirlo en una zona activa y atractiva para todas las personas de Medina, fomentando servicios y actividad económica específica, cuidando el paisaje urbano, desarrollando actividades socioculturales y promoviendo espacios públicos equipados y conectados.
  3. Visitar el Centro Histórico, y que el turismo pueda disfrutar de él, de su historia y patrimonio, desarrollando una oferta turística y hostelera coordinada, sostenible y de calidad, visibilizando y cuidando el patrimonio material e inmaterial y mejorando su promoción.


La importancia de la participación


La implicación de la población local y el tejido asociativo es fundamental a la hora de plantear un plan estratégico a largo plazo que se adapte a las necesidades y potencialidades locales. Se trata de construir una visión compartida, entre las personas y entidades que desde distintos ámbitos están vinculadas al Centro Histórico, e integrarlas, no solo en la fase de diseño de la estrategia, sino también en su implementación y posterior revisión. Con este objetivo, es conveniente desarrollar una metodología participativa adecuada, inclusiva y vinculante, y plantear acciones que a medio y largo plazo consoliden la participación, como por ejemplo, la constitución de una Mesa del Plan.

En el caso de Medina de Pomar es precisamente el tejido asociativo, apoyado por las instituciones locales y en colaboración con hosteleros y comerciantes,  el que ha comenzado a activar el centro histórico.  Plataformas vecinales, espacios socioculturales y distintas iniciativas de carácter artístico, cultural y económico han comenzado a posicionar el Centro Histórico como un escenario de actividad y se han convertido en protagonistas de un cambio que no podrá realizarse sin ellas.

Trabajar desde el patrimonio 




El papel del Centro Histórico en la memoria colectiva y la identidad de pueblos y ciudades es clave a la hora de entender los esfuerzos que muchas veces realizan el tejido asociativo y la población general por su recuperación.  Entender el valor patrimonial y la tradición viva como un motor de arraigo e impulso y como una oportunidad diferencial es, por tanto, fundamental.

Será necesario potenciar, tanto desde las trasformaciones urbanas como desde otras políticas públicas, un patrimonio material e inmaterial vivo social y culturalmente. El turismo, sector clave para la activación económica, va a jugar un rol importante –como está sucediendo en la activación de muchos entornos rurales- pero deberá ser capaz de comprender y proteger el valor característico de dicho patrimonio. Por tanto, un turismo equilibrado y sostenible será imprescindible para preservar la cualidad viva del tejido histórico.

Es interesante, además, valorar los distintos elementos que componen el patrimonio de un centro histórico; además de los más reconocidos monumentos -que deben ser preservados y cuidados- es importante prestar atención al Centro como conjunto. En el caso de Medina de Pomar encontramos, como escenario que da soporte al Alcázar o la Iglesia de la Santa Cruz, viviendas particulares con alto valor patrimonial, un entramado de calles y plazas con un paisaje urbano característico, callejas que conectan con el entorno natural y agrícola, talleres de oficios que hablan de un patrimonio industrial moderno...; elementos que habrá que cuidar y trabajar de forma integrada. 

Cooperación e innovación



La perspectiva multidimensional y la cooperación multinivel entre distintas entidades municipales y supramunicipales, así como la colaboración público-privada, es imprescindible para dar viabilidad a las acciones y generar sinergias, sobre todo al hablar de municipios pequeños y medianos, donde los recursos propios son escasos. Hay que valorar también que, en estos municipios, las barreras burocráticas y la distancia entre ámbitos políticos, técnicos, empresariales y ciudadanos es generalmente menor, por lo que la cooperación entre ellos se convierte en un gran potencial.

Iniciativas regionales como mancomunidades, políticas kilómetro cero, colaboración entre hosteleros y productores, zonas de interés artesanal, etc. son ejemplos de prácticas que, acompañadas de otras políticas,  pueden convertir la revitalización de un centro histórico en catalizadora de una red de activación territorial.

Cómo potenciar la implementación de nuevos negocios y dejar espacio para la innovación será también un gran reto. Cabe plantarse las necesidades del emprendimiento en zonas rurales, y el potencial y atractivo que los centros históricos -por su deseable masa crítica, densidad sociocultural, representatividad, etc.- pueden suponer dentro del contexto rural para nuevas iniciativas empresariales.  Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación van a ser, sin lugar a dudas, herramientas de gran ayuda en esta materia.


PEICH de Medina de Pomar 

Todo este proceso y los ingredientes mencionados han permitido dar forma a Plan Estratégico de Impulso al Centro Histórico (PEICH) de Medina de Pomar que plantea 15 objetivos y 43 acciones para la revitalización y regeneración del municipio durante los próximos 8 años  y que está disponible a continuación.

Se trata de un es un documento que recoge la estrategia definida para mejorar y activar el Centro Histórico del municipio burgalés. Ha sido promovido por el Ayuntamiento de Medina de Pomar, redactado por Paisaje Transversal y ha contado con la colaboración imprescindible de distintos agentes y entidades vinculados al Centro Histórico.

Haz clic sobre la imagen para acceder al documento del PEICH.

Más información sobre el proceso: https://medinacentrohistorico.org/






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