Barcelona ha estado en el punto de mira estos meses de verano debido al debate sobre si
turismofobia sí, turismofobia no. Pero… ¿qué hay de cierto en este concepto? ¿Solo lugares como Barcelona o Palma de Mallorca debe hacer examen de conciencia? ¿Realmente el turismo tiene que ser un problema? El debate mediático y el político ha quedado en un nivel muy superficial de lo que verdaderamente está pasando en las ciudades. Como en casi todas las actividades económicas, el efecto, los beneficios y los problemas que genera depende más del cómo se hagan las cosas que del concepto en sí. De esta manera hemos podido ver en España como el modelo del
Spain is different vengan todos los turistas que se pueda ha sido relegado por otras voces que rechazan la masificación de los turistas, pero sobre todo la ciudad inhabitable que conlleva que todo sea enfocado a este sector. Precios de alquileres intocables para los residentes, proliferación desatada de comercios y restauración temáticas en detrimento de los tradicionales y, en definitiva, pérdida de la esencia que hace a esa ciudad única.
Pero, si turistas somos todos cuando viajamos y cada vez lo hacemos más: ¿Qué podemos hacer para que esto no pase? ¿Está realmente en nuestra mano? Como ciudadanos vemos que aparecen agentes económicos que intentan sacar provecho de esta actividad creciente a toda costa. Es el conocido
«efecto Airbnb». Hilos movidos por grandes corporaciones que nos hacen pensar que como residentes o visitantes de un área poco podemos hacer. Entonces, ¿no podemos darle la vuelta a los procesos y lograr que el creciente turismo sea una oportunidad de lograr una ciudad mejor para todas? Es un reto muy ambicioso que
desde Paisaje Transversal venimos tratando en distintas ocasiones, ya que la sociedad está abocada a tratarlo porque las políticas de desarrollo urbano sostenible no serán posibles mientras convivan con un modelo caducado como el todo-vale en turismo.
Centrándonos en Madrid, donde más ha crecido el turismo este año ―aumentando
en un 20% respecto al 2016―, la pregunta sigue igual de vigente. Incluso más, ya que para muchos se trata de una oportunidad de evitar las graves consecuencias que ya se han hecho visibles en otras ciudades españolas: mallorquines que no pueden residir en sus barrios por los precios de las viviendas, barceloneses que se han visto obligados a cambiar sus rutas diarias para esquivar áreas por donde es difícil moverse incluso a pie, etc. Se trata de la llamada
«turistificación» ―que no es otra cosa que una versión avanzada de la
gentrificación: expulsar a los residentes de los centros históricos hacia la periferia y dejar un vacío de vida urbana― queremos hablar en esta
tercera convocatoria de los Jueves de Churruca, el próximo día 28 de septiembre a las 19.00.
Es una cuestión que se puede abordar desde muchos puntos de vista, porque además las soluciones transversales son las más eficaces a largo plazo. Economía, administraciones, movimientos sociales, ecología. Sí, has odio bien. ¿Por qué no pensar que Madrid puede ser
un referente turístico gracias a la recuperación de ecosistemas? ¡Cómo veis las ideas no faltan y por eso hemos contado con un panel de expertos invitados a este Jueves de Churruca multidisciplinar:
Jueves de Churruca: ¿Caben más turistas en Madrid?
Jueves 28 de septiembre, a las 19.00
Churruca 15, bajo exterior derecha
Créditos de las imágenes:
Imagen 1: Turistas recorriendo las calles de Barcelona (fuente: El periódico de Cataluña)
Imagen 2: Turistas en Madrid (fuente: Vice)