Ampliación Conclusiones del SIMA

Jun 4 • Colaboraciones, Eventos, Prensa, Urbanismo • 2307 Views • No hay comentarios en Ampliación Conclusiones del SIMA

Uno de nuestros lectores (REP) ha realizado una extensa ampliación sobre nuestro último artículo conclusiones del SIMA que hemos considerado incluirlo en portada.

SIMA

Con respecto a las conclusiones del SIMA, para que engañarnos: no podían ser otras. No estaría bien que el propio sector hiciera una valoración real de la situación que atemorizara, si más cabe, a inversores y consumidores. Por tanto, creo que estas conclusiones, habrían de tomarse con cierta cautela y considerarlas, en todo caso, de parte.

El sector de la construcción, al menos en la Comunidad Valenciana, y aunque muchos eviten pronunciarse en tales términos, ha entrado en crisis. El aumento de los tipos de interés es un factor más que contribuye a la causa, pero no es el único.

Hoy día, los índices de precio de la vivienda nos tienden a estancarse, lo que nos indica que la oferta supera la demanda o al menos que la demanda está satisfecha. No obstante, esta desaceleración del mercado no equivale a normalización, y aunque no quiero ser agorero, ni pecar de pesimista, si quisiera resumir los efectos colaterales que, a mi entender, va a deparar la nueva situación:

1º Respecto a los promotores, auguro que la disminución de demanda y la previsible acumulación de stocks va a provocar que muchos suspendan promociones previstas, mientras otros centrarán sus esfuerzos en acabar las que se encuentran en plena ejecución y comprometidas.

Por otra parte, las empresas promotoras que se aprovisionaron de suelo tiempo atrás, lo hicieron pagando altos precios de repercusión que, de cara al nuevo escenario, no dejarán grandes beneficios. Si además, como decimos, se deja de construir, aguantar la financiación del suelo vacante y no construido podrá representar un serio problema.

La guinda la ponga, quizá, la creciente construcción de viviendas protegidas, para la que siempre habrá demanda, y poca oferta, y que sin duda se convertirá en clara competencia con respecto a la vivienda libre.

2º A propósito de los urbanizadores, pronostico que seguirán en su empeño de crear bolsas de suelo urbanizable residencial. No nos es extraño haber leído tiempo atrás la aprobación de grandes proyectos urbanísticos donde se prevén, cuanto menos, más de 1.000 viviendas. Estos proyectos, estancados en las respectivas Comisiones Territoriales como consecuencia de las elecciones de mayo de 2007, se reactivarán en breve. Pero, ¿será capaz el mercado de absorber más oferta? Todo indica que sí, ya que los sumarios del DOCV siguen publicando trámites de exposición al público.

No obstante, en este subsector, vaticino que el negocio se centrará en la obra pública de urbanización.

3º Con respecto a los pequeños inversores, ha llegado la hora de que las financieras tipo Cofidis o Dinero Directo hagan su agosto.

El ladrillo se ha constituido durante mucho tiempo en el negocio más rentable: ni la bolsa, ni los fondos de inversión, ofrecían tanta rentabilidad. A ello, además, había que añadir que la inversión era mínima (normalmente, el inversión adelantaba un 20% del valor del inmueble).

Pues bien, llega el momento de la entrega de viviendas y, por tanto, de subrogarse en el préstamo hipotecario. Muchos habrán podido dar el pase o tener más o menos apalabrada la venta del inmueble, evitándose tener que hacer frente a las cuotas mensuales del hipotecario. Pero otros, sin duda, no han conseguido encontrar comprador, por lo que tienen dos opciones: vender más barato, o aguantar el tirón, opción esta última que se va a convertir en una losa si los tipos de interés siguen aumentando.

4º Respecto a los trabajadores del sector, estos, quizás, puedan ser los mayores perjudicados y a buen seguro van a representar el mayor de los problemas sociales que se nos presenta en el futuro.

Si la construcción se estanca, si no se construye, no se crean puestos de trabajo: tampoco se mantienen y, lógicamente, la tendencia va a ser destruirlos.

No se si la Generalitat Valenciana tiene un Plan B, y siquiera si tuvo presente que este «milagro» pudiera acabar un día. El tiempo dirá… y doy por seguro que nos sorprenderán, como lo han venido haciendo en los últimos años.

5º Y por último, no quisiera dejar de pronosticar los pésimos efectos que pueden darse en nuestro medio ambiente. Es muy probable que acudamos a uno de los mayores desastres que, por fuerza de la naturaleza destructiva de los procesos de transformación del suelo, resulten irreversibles.

Se va a urbanizar, mucho, pero no se edificará. Así que, la mayor parte de los suelos urbanizables en proceso de transformación, acabarán configurando un paisaje de calles solitarias, solares vacantes, zonas verdes degradadas, y equipamientos sin ejecutar a falta de ciudadanos que puedan disfrutarlos.

Se que esta visión catastrofita puede poner los pelos de punta, pero es cuestión de tiempo. Si nuestros gobernantes son conscientes de ello, estaremos a tiempo de evitarlo o, al menos, de atenuar la onda expansiva provocada por la famosa burbuja inmobiliaria.

Saludos, REP

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