La oposición se une para solucionar el marasmo del urbanismo malagueño
Mientras el sector de la construcción e inmobiliario de Málaga se queja de la inacción del Área de Urbanismo del consistorio, alegando retrasos injustificables en la concesión de las licencias de obra, desde el consistorio se niega el mal funcionamiento y se achaca al sector de intentar presionar al Área
Tras las quejas de los constructores, el concejal de urbanismo se encastilla diciendo que “no vamos a caer en las prisas o en las tentaciones de dinero fácil; Málaga no se vende”, mientras que los grupos políticos de la oposición – PSOE, Ciudadanos e IU Málaga para la Gente – intentan desatascar el urbanismo de la ciudad de Málaga.
Las denuncias han sido constantes ante la casi paralización de la actividad urbanística de la ciudad; las denuncias provienen de casi todos los ámbitos: constructores, promotores, arquitectos y de la ciudadanía en general.
Se achaca a la Gerencia de Urbanismo la excesiva lentitud en tramitar los visados de obra, que acumulan, en algunos casos, hasta un año de retraso entre su presentación y su concesión, especialmente en los casos de obra mayor.
Otro punto negro de la Gerencia de Urbanismo es el retraso hacer efectivas las sanciones de las infracciones urbanísticas: se cuentan por miles los expedientes de infracciones que todavía no han visto la luz y que se encuentran sepultados en los cajones de la Gerencia de Urbanismo.
Algunos de esos expedientes de sanción, con más de una década de retraso, han acabado prescribiendo, por lo cual se ha extendido entre el sector de la construcción e inmobiliario que vulnerar la normativa urbanística malagueña sale gratis.
Pero, quizás el principal agujero negro del urbanismo malagueño sea el retraso flagrante que están sufriendo las licencias de obra, lo que está provocando una desbandada de los promotores urbanísticos, ante la imposibilidad de hacer negocio, a otras capitales andaluzas.
A pesar de esta situación, en la que coinciden todos los actores del urbanismo malagueño, desde la Concejalía de Urbanismo se asegura que toda esa situación es simplemente un artificio organizado por constructores y promotores inmobiliarios «nerviosos» y que presionan para lograr un trato de favor.
Fuente: La Opinión de Málaga | Imagen: Pinkitt
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